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Casa de la Cultura de Nuevo León
Monterrey iniciaba su desarrollo industrial, había vías de ferrocarril que pasaban por la ciudad desde 1882; se requería una estación de Ferrocarril. Este edificio fue proyectado con estilo Neorománico Richarsoriano en Inglaterra, por el arquitecto Isaac Staker Taylor, nacido en St.Louis Missouri, E.U. y construido por los hermanos contratistas de nacionalidad inglesa, John R. y William W. Price, se encargaron también de la construcción de la obra que incluía la infraestructura de toda la línea ferroviaria Monterrey/Tampico. Se llamó “Estación de Ferrocarril de Monterrey al Golfo de México”, los regiomontanos la designaron simplemente como “Estación del Golfo”.
Llegaron los más variados personajes revolucionarias, Francisco I. Madero, Felipe Ángeles, Francisco Villa, en 1913, Pablo González. Fue usado como cuartel general de las fuerzas revolucionarias. Cerró sus puertas en 1934 después, el hermoso edificio se transformó en refugio de vagabundos, se especulaba que desaparecería. Los trabajadores ferrocarrileros intentaron convertirlo en escuela, no se consiguió, para que no se perdiera, los jubilados Ferrocarrileros lo usaron como club.
Iniciando los ‘70 la SNHGE propuso que el lugar fuera destinado para actividades culturales, nació la idea de convertirlo en la Casa de la Cultura de Nuevo León. La restauración la realizó el Arq. Manuel Rodríguez Vizcarra, inaugurándose en 1975. Se instaló el Museo del Ferrocarril, la Biblioteca Alfredo Gracia Vicente, la Sala Gabriel Figueroa, el Teatro de la Estación, la Promoción e Investigación de la Literatura del Noreste, el Centro de Compositores de Nuevo León. Se imparten talleres, cursos, diplomados de muy diversas actividades culturales, es galería para exposiciones de Artes Plásticas.
Cuando vi este bello edificio por primera vez, imaginé que estaba ahí desde siempre, se erguía sólo, abandonado, pero imponente, era muy diferente al paisaje urbano de su alrededor, me capturó su majestuosidad.
Pasó el tiempo, pude imaginarme cuántos Ulises habían partido de ese lugar, cuántas Penélopes esperaron sus retornos plenas de angustia, tejiendo y deshaciendo sus puntadas con paciencia.
Nunca supe de las justas de dominó, ajedrez y damas chinas, celebradas en ese lugar por los ferrocarrileros, pero he asistido a este recinto a diferentes actividades culturales, siendo muchas de ellas inolvidables. Es una maravilla arquitectónica, representa el desarrollo industrial, la fuerza de trabajo de los que habitamos Monterrey, este espacio acoge a todas las manifestaciones culturales y a los artistas que las crean, recopila cultura del noreste, de otros lugares de México y del mundo.
Proponente: Leonor Martínez de la Garza