EL SORPRENDENTE SOLSTICIO DE INVIERNO DE MONTERREY / al momento 65 votos
Pocas son en el mundo las coincidencias entre la geografía, la astronomía y la cultura. En Monterrey hay una concordancia que reúne estos aspectos en un suceso espectacular que es desconocido y que por su carácter extraordinario se debe divulgar ampliamente para incrementar la identidad de los nuevoleonenses; elevar la importancia turística de la gran urbe y trascender en el plano internacional mostrando a Monterrey como una ciudad sorprendente.
Empecemos por la geografía. El Cerro de la Silla, cuyo perfil orográfico es el ícono que distingue a Monterrey tiene en la cumbre dos picos: Norte y Sur, que conforman su típica horqueta natural por donde sale el Sol en un día determinado durante el ciclo solar anual.
Sucede, que para el amanecer del solsticio de invierno, el Sol levanta en medio de ese majestuoso “ángulo natural agudo” del Cerro de la Silla visto desde El Obispado, justamente cuando alcanza su máxima declinación al sur sobre el Trópico de Cáncer, dando inicio al invierno.
Esta no es una coincidencia sino el fruto del conocimiento astronómico y arquitectónico, que permitía a los reineros conocer el momento exacto del comienzo del invierno. Y como testigo presencial, la Imagen de la Virgen de Guadalupe que adorna el nicho central del frontispicio del Obispado, edificio que se llamaba al principio Palacio de Guadalupe.
En términos culturales, el Obispado es uno de los edificios más antiguos de Monterrey, una joya de la arquitectura barroca del norte de México, construido durante el siglo XVIII. Su vocación correspondió a su uso eclesiástico al principio, pero después fue una fortaleza militar durante las intervenciones americana y francesa; la Revuelta de la Noria y la Revolución Mexicana. También sirvió como lazareto (hospital) durante varias epidemias, y actualmente es un hermosos museo. Este monumento histórico se erige sobre un cerro, el más relevante del centro de la ciudad.
La orientación del Obispado y su alineación geodésica con la horqueta del Cerro de la Silla, son una Maravilla Histórica del Ingenio Humano, solo en esa línea geodésica es posible ver el Sol salir en la “cuna” del Cerro de la Silla durante el solsticio de Inverno. Y la altura del monumento le da una ubicación privilegiada para la observación del fenómeno. Esta Maravilla histórica merece ser conocida y disfrutada por los neoloneses y el mundo.
Proponente: Ismael Arturo Montero García