Cascada Cola de Caballo / al momento 812 votos
La hermosa Cascada Cola de Caballo y todas sus instalaciones como: el hotel, cabañas, restaurante, alberca, zona comercial, estacionamientos y demás anexos. Toda esa franja, para fines del siglo XVI ya se mencionaba como Cañón de los Lampazos. Sin lugar a dudas, bautizado así por la gente que Luis Carvajal envió a fundar la ciudad de San Luis en 1582. Ésta, en el lugar que ahora está la ciudad de Monterrey, pero que también se abandonaría 6 años después.
Esta hermosa caída de agua desde hace muchos años es el ícono turístico del estado de Nuevo León. Esto obviamente, por el flujo de turistas que la visitan en todas las estaciones del año (más de 400,000 visitantes anuales) Ubicada por la carretera a Laguna de Sánchez, en el cañón ya mencionado, a 6km de la Carretera Nacional y a 10km de la Cabecera Municipal de Santiago. Fue bautizada con ese nombre en el siglo XIX por Valentín Rivero, fundador de la Fábrica de Hilados y Tejidos El Porvenir, en la comunidad de El Cercado. También Valentín fue dueño de la Mesa Grande, donde fundó una hacienda que llamó Vista Hermosa y comprando más tierras alrededor de este paraje incluyendo la cascada.
El nombre de Cola de Caballo, porque siendo español este personaje, platicaba que en Huesca, cerca de donde él nació había otra cascada muy parecida a ésta, llamada Cola de Caballo. Desde entonces, aproximadamente en 1870, así le comenzaron a llamar también a ésta. Aquí, tradicionalmente, sabíamos que antes le decían “La Caída Grande” Esto, para diferenciarse de otras caídas cercanas, pero más pequeñas.
El cacique Huajuco y su gente, tuvieron su refugio en estos lugares, que los mismos colonizadores ya le llamaban el Cañón de los Lampazos, donde nace el Ojo de Agua Los Lampazos que al correr unos 800 o 900 metros hace una caída de más de 30 m de altura. Hoy es el sito turístico de la fotogénica Cascada Cola de Caballo.
En 1917 se abrió al turismo este sitio sin cobro. Después, entre 1935 y 1940, comenzaron a cobrar una módica cuota a los visitantes foráneos en automóviles o camionetas. Los caminantes no pagaban ni originarios o residentes del municipio.
Proponente: Ruben Aguirre Valdez
