Las Glorias y las Marquetas de Linares, NL / al momento 4787 votos
Las Glorias y las Marquetas de Linares, NL
Por: Miguel Ángel Contreras Salazar
En Linares, la ciudad más Dulce de Nuevo León, se elaboran una cantidad de dulces que ya son toda una tradición en la antojería norestense, contándose entre estos las glorias, las marquetas, natillas, besos indios, encanelados, glorietas, las obleas, revolcadas, ates de membrillo con leche quemada, rollos, conitos, perlitas, bolitas, piloncillo de leche, entre muchos otros.
El visitante podrá adquirir dulces en lugares establecidos como las marqueterías La Guadalupana (en el centro, a tres cuadras de la plaza), La Gloria (en la Calzada Modesto Galván Cantú) y Productos de Leche San Pablo (V. Carranza y 20 de Noviembre, en el centro), pero también en la central de autobuses, restaurantes y otros establecimientos. A continuación se explica la historia de como surgieron los dos principales dulces: Las marquetas y las glorias.
Origen de las marquetas de leche quemada
Don Melesio Pérez nació el 12 de diciembre de 1881 en el rancho el Rincón, Allende NL. En los años treinta fijó su residencia en Linares, dedicándose a elaborar dulces de calabaza, rollitos, charamuscas y otros, siendo en 1932 cuando inició la marquetería Pérez, ubicada en “El Barrial”. A pregunta de su nieto, el periodista y locutor, Prof. Raúl Ramírez Pérez, que de dónde había sacado la idea de la marqueta, don Melesio respondió: “De la pobreza, ¡Bendita sea la pobreza! 30 centavos era todo mi capital, así que pedí fiado la mayor parte de la materia prima: 3 kilos de nuez, $0.30 a don Rafael Leal, un kilo de azúcar, $0.30 a Guadalupe Ramírez (que luego sería mi yerno) y 4 litros de leche, $0.40, a don Heriberto Garza Ríos, hombres a quienes guardo en mi corazón.” Dijo el hombre, agradecido con quienes lo ayudaron a emprender su sueño, siendo el pionero de la industria marquetera.
Origen de las Glorias
Doña Natalia Medina crea las glorias de Linares allá por los años treinta. En cuanto al origen del nombre, se dice que se debió a los socios del Casino de Linares, asiduos compradores de sus dulces, ya que alguna vez una de las damas de este club mencionó que “sabían a gloria”.
Las materias primas usadas para elaborar esta exquisitez, son leche bronca de vaca o de cabra, azúcar blanca, corazón de nuez picada o completa y bicarbonato de sodio.
Al fallecimiento de doña Natalia, el 30 de septiembre de 1986, La Guadalupana quedó en manos de su hijo Ángel Gallardo Medina; y al fallecimiento de éste en el 2010, quedó su esposa Martha Perales Ruvalcaba, quien atendió personalmente La Guadalupana hasta su fallecimiento en abril del 2022.
Cabe referir que en el 2009 esta empresa recibió en Linares la Tambora de Villaseca, como una de las economías familiares más tradicionales de la ciudad.
Proponente: Miguel Ángel Contreras Salazar