Polca Evangelina / al momento 11 votos
En el Siglo XVIII llegó a su pináculo la llamada “música culta” representada por Mozart, Beethoven, entre otros; era prácticamente música para escuchar y para público erudito; está música evoluciono a la llamada música “de salón”, es decir composiciones sencillas, de un desarrollo corto, alegres para danzar.
Para el principio del Siglo XIX en Europa surgen la polca, la mazurca, la redova, el chotis, las cuadrillas, y el vals.
La polca, compuesta de un solo movimiento, compases en múltiplos de cuatro, de 2/4 o sus derivados y tiempo rápido o muy rápido; se baila con pasos laterales y “a galope”, haciendo las parejas círculos grupales a forma de ronda.
En la década de los años 60 del Siglo XIX nuestro país fue invadido por una fuerza multinacional de franceses, austriacos, belgas que trataron de implantar a Maximiliano de Hambsburgo como emperador, en nuestra ciudad los invasores residieron de entre 1865 a 1867, el primer comandante militar invasor en Monterrey, Armand de Castagny, trató de gobernar amigablemente, y en sus afanes de causar simpatía arreglo las plazas como la Zaragoza y la Purísima y en ella los militares franceses entretenían a la población con piezas de polca, chotises, redovas y otros ritmos europeos tocados con instrumentos como contrabajo, violín, mandolina y acordeón.
Una vez que fueron vencidos y desalojados los invasores su música quedó en la sociedad neolonesa que los adaptó a nuestro gusto sustituyendo los instrumentos apareciendo el tololoche, la guitarra y el acordeón; los ritmos se anorteñaron.
Entre los neoleoneses más destacados de estos ritmos se encuentra Antonino Tanguma, que nación en China, Nuevo León y vivió entre 1903 y 1989, entre su obras se cuentan El Cerro de la Silla, El naranjo, Así es mi tierra, Agustina y Échatelas pa’l alto, sin embargo su obra culmine es la Polca Evangelia.
La polca Evangelina tiene una historia particular uno de los mayores admiradores de Tanguma el empresario Ernesto Olivares dueño de artefactos "El Aguila" y "Cubetas Monterrey", pidio al maestro Tanguma le compusiera una polka a su esposa Evangelina Guzmán de Olivares.
La polca Evangelina cumple con todas las características de una polca, es alegre, bailable y muy conocida por todos los neoloneses.
Esta polca es una maravilla intangible del genio de uno de los más grandes músicos neoloneses una pieza regional que debe difundirse y ser orgullo del nuestra tierra; como una expresión alegre del amor.
Proponente: luis antonio guajardo becerra